Productos
mexicanos
Regalos de México para el mundo
Laura
Guadalupe González Alamillo.
Estudiante de la Lic. en Gastronomía
UAEM
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Como
seguramente todos sabemos, fueron muchos los productos comestibles
originarios de México que se esparcieron por todo el mundo
una vez consumada la conquista española; por lo cual, el
tema que nos ocupa, hace referencia a algunos de esos productos
deliciosos y especiales que la Nueva España ofreció
al Viejo Mundo y que tan exitosamente se insertaron en importantes
cocinas. Como la italiana, en la que tan apreciado es el jitomate,
o la francesa que tanto gusta del chocolate, entre otras, al grado
de ser reconocidos como algunos de sus principales ingredientes.
A continuación se presenta una breve lista de algunos productos
y sus principales características.
Aguacate
Nombre
Científico:
Persea Americana (Lauráceas)
Descripción:
El aguacate es originario de México, Colombia y Venezuela.
Los primeros españoles que llegaron a América bautizaron
a este fruto con el nombre de "pera de las Indias", dada
su semejanza externa con las peras españolas. Actualmente
se cultiva principalmente en regiones subtropicales y también
en España, sobre todo en la Costa del Sol y Canarias. Es
un fruto de forma oval, redonda o periforme muy utilizado en todo
México, del que existen muchas variedades. Su pulpa es color
verde pálido o amarillento y de textura mantequillosa. Aguacate
deriva del náhuatl ahuácatl, “testículo”.
Cultivado hacia el 7000 a. C., se sabe que ha existido por más
de 50,000 años en las laderas volcánicas de Centro
América y parte de lo que hoy es México. Utilizado
ampliamente como alimento de las culturas prehispánicas (los
aztecas distinguían tres variedades: ahuácatl, tlacosalahuácatl
y quilahuácatl), y se dice que parte de su gran aceptación
y éxito en el resto del mundo se debió a que ganó
reputación como afrodisíaco.
El
fruto crece en el árbol del mismo nombre, de tallo leñoso
y corteza aromática. Sus hojas se utilizan como hierba aromática
en tamales y diversos guisos. En la cocina mexicana sus usos son
innumerables, empezando por el tradicionalísimo guacamole
y las rebanadas de aguacate que se sirven para acompañar
prácticamente cualquier alimento, pasando por su uso en cremas
frías, ensaladas, aderezos, guarniciones, salsas, rellenos,
tortas, ceviches, cócteles de mariscos, pozoles, caldos y
sopas, también acompaña carnes asadas, o se puede
consumir solamente con tortillas de maíz y una pizca de sal.
Los
aguacates maduran más rápidamente si se envuelven
en papel periódico a temperatura ambiente y los que están
ya maduros, pueden conservarse en el refrigerador por varios días.
Cuando está cortado y expuesto al ambiente tiende a ponerse
negro, por lo cual es recomendable rebanarlo justo antes de servirlo,
o en su defecto barnizarlo con algunas gotas de limón. No
es del todo cierto que mantener la semilla o hueso dentro del guacamole
evita que se oxide, un método más seguro es mantener
los aguacates dentro del refrigerador. Para que no se oxiden rápidamente
se deben pelar y dejar en agua con hielo durante media hora o en
agua mineral fría por 10 minutos antes de machacarlos o cortarlos;
y afortunadamente, en México, es posible consumirlo en cualquier
época del año.
Cacao
Nombre
científico:
Theobrama cacao (Esterculiáceas)
Descripción:
Árbol de cuyo fruto se obtienen los granos que producen el
chocolate. El fruto se denomina mazorca de cacao, puede medir hasta
30 cms. de largo unos 10 cms. de grueso; tiene forma ovoide y su
cáscara posee surcos y costillas longitudinales y rugosas
color verde claro, amarillo, rojo o moreno rojizo. A diferencia
de otros frutos, se desarrolla en el tronco y las ramas principales
del árbol.
El
nombre proviene del náhuatl cacáhuatl, derivado del
maya kakaw, fruto rojo y fuerte, probablemente porque una variedad
de cacao es roja y porque se dice que su consumo fortalecía
a los mayas. Su origen se remonta unos 4,000 años en la América
tropical y subtropical. Las culturas que se establecieron en las
cuencas del Amazonas y el Orinoco, en las selvas de Colombia y Panamá,
ya conocían el fruto, del cual chupaban únicamente
la capa blanca para luego tirar la almendra, que era devorada por
aves, venados y ardillas. Los primeros registros de la domesticación
y utilización de la semilla procesada para su consumo indican
que los responsables, fueron los mayas quienes hace unos 2,000 años
lo utilizaron como alimento y moneda, por lo que era un símbolo
de poder y riqueza. Ellos fueron los primeros en tostar el grano
y quienes desarrollaron la técnica para molerlo para obtener
un polvo que después batían fuertemente con un molinillo.
Este conocimiento lo adquirieron los aztecas, quienes también
le tuvieron gran estima, al grado de exigir cacao como impuesto
a los pueblos que dominaban.
Normalmente
lo secaban, tostaban y molían cuatro o cinco veces, le agregaban
agua y formaban una pasta que al reposar adquiría mejor sabor
y consistencia; luego la guardaban por seis o más días,
para después preparar el chocolate. Su consumo gastronómico
y medicinal fue exclusivo de las clases privilegiadas, pues el grano
tenía un valor muy elevado como moneda. El cacao fue tan
importante en la época prehispánica que en diferentes
culturas mesoamericanas existieron varios mitos y cultos divinos
relacionados con él. Siempre fue una bebida ritual y no una
golosina. Fue de los pocos frutos que, por sus virtudes y sabor
fueron bien acogidos por los conquistadores y evangelizadores españoles,
quienes hablaron de él con aprecio.
El
cacao posee también propiedades medicinales: estimula el
sistema nervioso central y tiene más efecto en el corazón
que la cafeína. En comunidades rurales se utiliza como remedio
para la angina de pecho, el sarampión, quemaduras, resequedad
de la piel y mordeduras de víbora. En todo el país
tiene un gran valor alimenticio, farmacéutico industrial
y económico.
Calabaza
Nombre científico: Cucúrbita (Cucurbitáceas)
Características:
Con este nombre se conocen varios frutos que tienen diferentes colores,
tamaños y formas según la variedad a la que pertenezcan
o su grado de desarrollo. Desde siempre ha sido una hortaliza muy
importante en la cocina mexicana. Las más utilizadas son
las llamadas calabacita criolla, calabacita italiana, calabaza de
Castilla y calabaza melón.
En
general son plantas rastreras o trepadoras con zarcillos ramificados
o flores amarillas. Además del fruto, se aprovechan sus semillas,
sus flores y sus tallos tiernos. Llamados guías. La utilización
tanto del fruto como de las diferentes partes de la planta data
de la época prehispánica. Fue uno de los alimentos
básicos de los antiguos mexicanos, junto con el maíz
y el fríjol. Su nombre en náhuatl es ayotli.
La
llamada calabacita criolla es muy popular en nuestra gastronomía,
el fruto tierno o maduro se consume como verdura; maduro especialmente
se utiliza para la elaboración de dulces como el calabazate
y la calabaza cristalizada; sus semillas se consumen saladas y tostadas
en comal y se emplean para producir aceite y para hacer salsas.
También se aprovechan sus flores.
Las
calabazas de Castilla, es la que se utiliza principalmente para
hacer el famoso dulce de calabaza, que en cada región de
México se encuentra diferentes modalidades y bajo diversos
nombres. En algunos lugares del país también se emplea
picada en caldos de carne de res o pucheros. Este tipo de calabazas
producen semillas comestibles que son muy aprovechadas para hacer
pipianes y pastas de dulces.
La
llamada, calabaza melón se cultiva principalmente en la región
norte de Veracruz. Es rica en aroma y propia de las festividades
de Todos los Santos y Día de Muertos, cuando se usa para
elaborar dulces. Actualmente, las distintas variedades son muy utilizadas
en guisos de res, cerdo y pollo. También se hacen en budines,
pasteles, adobos, dulces, mermeladas, empanadas, capeadas, encurtidas
y muchas otras formas.
Chayote
Nombre científico: Sechium
edule (Cucurbitáceas)
Descripción:
Fruto carnoso, jugoso y de sabor tenue. Periforme o redondeado,
generalmente de color verde en diferentes tonos, dependiendo de
la variedad pesa de 200g a 2 kilos, pues sus tamaños varían.
Los frutos poseen una semilla que se considera deliciosa. La planta
en la que crecen son guías que rebasan los seis metros de
largo; sus hojas son acorazonadas, anguladas y ásperas y
miden entre 10 y 15 cm. La planta en general se asemeja a la de
la calabaza, pero sus guías se enredan en espaldares para
que el fruto se desarrolle mejor y la producción aumente.
Además del fruto, de la planta también se aprovechan
sus guías, sus hojas y su raíz, llamada chinchayote
o cueza.
El
chayote es originario de México y el norte de Centroamérica,
la palabra chayote procede del náhuatl chayotli, que significa
calabacita espinosa.
En
los mercados de México se encuentran tres tipos de chayotes:
el chayote común, el chayote erizo y el chayote blanco. El
chayote común llamado simplemente chayote, es de color verde,
periforme, de piel delgada y comestible y pulpa verde y blanquecina
de sabor delicado y suave. Se le encuentra en cualquier época
del año en todo el territorio nacional y es ampliamente utilizado
como verdura en guisos, caldos y todo tipo de preparaciones como
los chayotes rellenos. Es el más utilizado de los tres.
El
chayote erizo, también llamado chayote espino, es de color
verde oscuro, con piel gruesa cubierta de espinas en toda la superficie.
Es de forma globosa, más grande que el anterior; comúnmente
rebasa los 500g. Su pulpa es de color verde oscura, ligeramente
más clara que la piel; su sabor, delicado, pero con más
carácter que el chayote común. Ambos se utilizan igual:
sólo se cuecen en agua con sal y se comen como verdura.
El
chayote amarillo o chayotito blanco, llamado así por su color
amarillo pálido, es un chayote pequeño que no rebasa
los 12 cm. de largo. Se vende en los mercados del centro del país,
pero no es muy utilizado en la cocina regional. Muchos lo ven como
algo curioso, y no como un ingrediente común.
El
chayote es muy cultivado casi en todo el estado de Chiapas. En la
costa suelen llamarlo huisquil y comerlo hervido en caldos, pucheros
y ensaladas. Especialmente en la región de Tuxtla Gutiérrez
se hace el chayote con huevo, que consiste en huevos revueltos con
chayote, cebolla y chile; las tortillas de chayote, que son chayotes
rebanados, rellenos con queso, capeados y bañados con caldillo
de jitomate; el chayote horneado, partido por la mitad, relleno
de su misma pulpa mezclada con queso; y el chayote en ensalada hervido
con limón, sal y gotas de vinagre.
Chía
Nombre científico:
Salvia hispánica (Labiadas).
Descripción:
Semilla feculenta, mucilaginosa y aceitosa, de 2 mm de largo por
1.5 de ancho, ovalada y lustrosa color moreno grisáceo con
manchas rojizas irregulares.
Originaria
de México, los aztecas en la época prehispánica
la molían para preparar pinole, atole y un aceite llamado
chiématl. En la celebración de la veintena de hueytozoztli
se le ofrendaba la planta a Chicometóatl, diosa del maíz
y de los mantenimientos, y en la veintena ritual de hueytecuílhulhuitl
se llenaba una canoa con harina de chía (llamada chianpinolli),
de la que todos los asistentes tomaban una porción hasta
vaciar la embarcación, sin desperdiciar un solo bocado.
Actualmente
se siguen utilizando las semillas de chía para preparar bebidas
refrescantes. En el centro del país es famosa el agua de
chía, que en realidad es un agua de limón a la que
se añaden las semillas de chía hidratadas que dan
consistencia y apariencia interesante al agua, pues flotan en ella.
Se acostumbra principalmente en los días calurosos y durante
la Semana Santa. En las casas donde sobrevive la costumbre de tener
el altar de la Virgen de los Dolores, se obsequia agua de chía
a los concurrentes que participan en los rezos; en este caso la
chía simboliza las lágrimas de la Virgen.
En
Temalacacingo, Guerrero, se siembra y se cosecha en junio, y de
ella se extrae aceite para pintar jícaras y otros objetos.
Los indígenas Purépechas de Michoacán utilizan
la chía silvestre para hacer unos tamales chiquitos, a los
que llaman chapatas, además los llevan en sus viajes y los
ponen en el altar de los muertos.
La
chía también se conoce como chían, que es su
nombre en náhuatl.
Chile
Características:
Fruto picante de la familia de las solanáceas, originario
de México, Centroamérica y Sudamérica, del
que existen variedades de muchos tamaños, formas y colores.
Las que crecen en plantas herbáceas o subarbustivas anuales
se denominan Capsicum annunm, y las que crecen en arbustos
perennes, Capsicum frutescens. Se consumen frescos y secos, y dependiendo
de su preparación se emplean como verdura o como condimento.
Es un ingrediente indispensable en los guisos de México;
de hecho, se dice que es el chile el que define, caracteriza y hace
único el sabor de la cocina mexicana. Por ello es también
llamado el Rey de la Cocina Mexicana.
En
el México prehispánico, el chile fue llamado chilli
en náhuatl. Conjuntamente con el maíz y el fríjol,
formó parte de la dieta diaria de los antiguos mexicanos.
Rastros arqueológicos demuestran que el cultivo del chile
fue anterior al del jitomate y el maíz. Desde entonces, México
ha producido mayor volumen y variedad de chiles que cualquier otro
país.
El
chile es ampliamente mencionado en las literaturas y mitologías
prehispánicas, y en el Códice Mendocino se menciona
la cantidad de chiles que algunas provincias debían pagar
como tributo al pueblo azteca. La información que existe
de aquella época y que comprueba el gran uso y estima que
tuvo el chile es muy vasta.
A
su llegada, los españoles le llamaron ají (que es
una voz haitiana), pimiento y pimienta de las indias; estos nombres
los recibió el chile debido a que los españoles desconocían
este fruto y su sabor picante lo relacionaban con el de la pimienta,
además de que trataban de darle nombre castellano a todo
lo que encontraban a su paso. Durante la conquista y después
de ella, muchos chiles fueron llevados de México al resto
de América, al Viejo Mundo y al Oriente, donde se crearon
nuevas variedades. Hoy, en múltiples formas es quizá,
el condimento más utilizado en el mundo.
La
gran mayoría de los chiles se comen frescos y secos, con
usos gastronómicos normalmente diferentes; frescos tienen
un nombre y secos otro. El chile poblano se convierte en ancho,
el jalapeño en chipotle, el chilaca en pasilla y el bola
en cascabel, entre otros ejemplos.
Cada
región de México se distingue por algún chile
en su cocina, e incluso algunos estados tienen algún chile
al que se le podría llamar representativo. En los estados
del norte, predomina el chile verde del norte, en sus formas, seco
del norte, chile pasado y chile colorado. El los estados del centro
de país se ocupan ampliamente el chile poblano, el ancho,
el chile chilaca, el pasilla, el jalapeño, el chipotle, el
verde, el chile de árbol y el guajillo, aunque estos chiles
abarcan una gran porción territorial que incluye estados
que están al norte y al sur, y son muy comunes en todo el
país. Oaxaca es tal vez uno de los estados que más
chiles únicos tiene, entre ellos, chilhuacle, negro, rojo
y amarillo, el chiscotle, el chile de agua y el pasilla oaxaqueño.
En Chiapas, entre otros chiles típicos están el simojobel
y el pico de paloma. En Tabasco encontramos el chile amaxito; en
Yucatán y otros estados de aquella península, el chile
habanero, el xcatic, el chile seco yucateco y el chile dulce.
Pero
para los mexicanos de hoy el chile no es tan sólo un ingrediente
más de la comida: es un verdadero símbolo de identidad
nacional, un símbolo fálico en el que están
implícitos la virilidad, el machismo y la picardía
de los mexicanos. Está íntimamente ligado a las creencias
y tradiciones de México: sorprendentemente en la actualidad
todavía, se prohíbe a las mujeres que se acerquen
y entren a los chilares, ya que se piensa que la presencia del órgano
sexual opuesto produce maleficios irreparables en los plantíos.
Así lo creen algunos indígenas y sembradores de chile
de los estados de Veracruz, Puebla, Tlaxcala, México y Morelos
principalmente.
El
chile se encuentra presente en los guisos más representativos
e importantes de México: es base de todos los moles verdes,
poblanos, rojos, amarillos y negros, además de adobos, salsas
crudas y cocidas, pipianes, chileatoles, caldos, sopas, guisos para
pescados y mariscos y muchísimos otros.
Chocolate
Características:
Bebida de origen prehispánico hecha a base de cacao disuelto
en agua o leche, que se sirve caliente con bastante espuma. En la
época prehispánica el cacao se molía y se mezclaba
con vainilla y flores, entre las cuales estaban la flor de mayo
y la flor de oreja. Con el paso de los siglos y la fusión
de los ingredientes autóctonos con los llegados de otros
lugares del mundo, se convirtió en lo que hoy se conoce como
chocolate. Actualmente la combinación más común
es la de cacao, azúcar, canela, almendra y vainilla.
Acerca
del origen de la palabra existen diversas interpretaciones. La más
difundida dice que se deriva del náhuatl xóxoc, agrio,
o xocolia, agriar, y atl, agua, o sea, bebida fermentada. También
suponen algunos que puede derivar del maya chokol, caliente y a,
agua. De cualquier manera el nombre siempre se refiere a una bebida
hecha con cacao. Lo que es seguro es que después de la llegada
de los españoles a la bebida se le llamaba chocólatl
o xocólatl.
Desde
la época prehispánica hasta nuestros días,
los habitantes del mundo entero que han tenido contacto con el chocolate
han quedado fascinados con él. Ha habido muchos datos históricos,
anécdotas, historias y leyendas en torno suyo. En tiempos
precolombinos la bebida se tomaba fría y se bebía
principalmente con fines rituales. Entre los aztecas, solo los nobles
y los grandes guerreros tenían derecho a consumirlo sin permiso
alguno, mientras que el resto de la población solo lo tomaba
en ciertas ceremonias, pues ingerirla sin licencia podía
costarles la vida. Era una bebida sumamente importante porque proporcionaba
energía sin embriagar. La forma de prepararlo era tostando
las semillas y moliéndolas en el metate previamente calentado
con brasas; posteriormente se le agregaba vainilla y se diluía
una porción en agua, batiéndolo hasta que se enfriaba.
Se endulzaba con miel de abeja pipiola.
Cuitlacoche
Nombre científico:
Ustilago maydis.
Características:
Hongo parásito que se desarrolla sobre las mazorcas tiernas
y degeneradas del maíz, aparece como un tumor de forma globosa,
grisáceo por fuera y negro en su interior. Abunda de julio
a septiembre, que es la temporada de lluvias en el centro del país.
También se le conoce como huitlacoche, hongo del maíz,
papíotl y pupoiol.
Su
nombre se deriva del náhuatl cuítlatl, excremento
y, cochtli, dormido, esto es: excremento dormido. Aunque hoy parezca
extraño nombrar así a un alimento, para los antiguos
mexicanos el excremento no era un desecho, sino un destilado de
los alimentos, y por lo tanto podía considerarse como materia
preciosa. De hecho, la raíz forma parte de uno de los emperadores
aztecas, Cuitláhuac, que significa el excremento seco de
los sacerdotes ancianos con que se hacía el piso de los adoratorios
que se encontraban en la cima de los teocallis.
El
cuitlacoche es uno de los hongos más gustados para los mexicanos
del centro de país, tal vez el más importante. En
los mercados populares se venden las mazorcas enteras por pieza
o por kilo para desgranar los hongos formados en ellas. También
se venden ya desgranadas; en este último caso, los hongos
están generalmente muy maduros y los comerciantes prefieren
rebanarlos para venderlos por kilo.
En
Chiapas se utiliza en una bebida llamada esmoloc. En Tlaxcala acostumbran
deshidratar el cuitlacoche para después emplearlo en el llamado
mole prieto. En la actualidad, en algunos restaurantes se hacen
también sopas y cremas de cuitlacoche, y muy famosas son
las crepas de cuitlacoche.
Dentro
de la llamada “nueva cocina mexicana” ha gozado de un
nuevo auge, como relleno de crepas, pechugas de pollo, ternera,
escalopas de cerdo o filetes de pescado; con él se hacen
también salsas para bañar diversos tipos de carnes.
Para
hacer el cuitlacoche preparado, los hongos se saltean en aceite
o manteca con cebolla, ajo, chile serrano fresco picado y epazote;
ésta es la forma más común de prepararlo en
el Distrito Federal, Hidalgo, Michoacán, Tlaxcala, Puebla
y en general en el centro del país, donde se utiliza como
relleno de quesadillas, antojitos, sopas, etc.
Epazote
Nombre
científico: Chenopodium a,brosioides
(Quenopodiáceas)
Características:
Hierba aromática nativa de Mesoamérica, empleada como
tal desde la época prehispánica. Actualmente es muy
utilizada en la cocina del centro, sur y sureste de México.
Considerada la hierba aromática mexicana por excelencia,
con ella se da a los guisos un sabor peculiar; de hecho, hay muchos
platillos que no se pueden concebir sin ella.
La
palabra epazote deriva del náhuatl epázotl, de épal,
zorrillo, y tzotl, suciedad, s sea, suciedad de zorillo; esta denominación
se debe a su olor cuando está crudo, que para muchos es desagradable.
En realidad, su sabor tan especial está escondido cuando
se recolecta y sólo al cocerse y mezclarse con otros ingredientes
se aprecia a plenitud.
El
epazote se utiliza de forma prácticamente infinita en la
cocina mexicana; es indispensable en guisos como los frijoles de
olla, los caldos de gallina, el caldo tlalpeño, los moles
verde y de olla, el chilpachole de jaiba, las sopas de tortilla
y de elote, los papadzules, los esquites, las salsas verdes, las
enchiladas, los chilaquiles y en innumerables variedades de tamales,
entre otros muchos.
Fríjol
Nombre
científico: Phaseolus (Fabáceas)
Características:
Planta herbácea más o menos trepadora cuyo fruto es
una vaina o ejote que, al madurar y secarse, las semillas de la
vaina reciben el nombre de frijoles. El fríjol es originario
de América, se domesticó en Mesoamérica hace
siete mil años y fue un alimento muy importante desde la
época prehispánica, al grado que los mexicas lo exigían
como tributo a los pueblos que conquistaban. Ellos dieron diferentes
nombres al grano dependiendo de sus características, pero
en todos ellos estaba presente la raíz etl, que significa
fríjol. Estos nombres originales se perdieron porque los
conquistadores, al hallarlos, los llamaron judías, por su
parecido con ciertos frijoles orientales que conocían; esto,
además de que, como es bien sabido, los españoles
cambiaron los nombres de muchos otros frutos americanos, adaptándolos
a su idioma o tomando el nombre de algún otro fruto conocido
por ellos, con el que encontraran cierta similitud. Los italianos
los llamaron fiesole, nombre que derivó en frijole, y después
en la Nueva España, terminó llamándose fríjol;
de esta manera, el nombre náhuatl cayó por completo
en desuso.
Actualmente
existen unas 470 razas, entre híbridos, tipos, ecotipos y
variedades que se cultivan o se encuentran en forma silvestre a
lo largo de todo el país, con vainas y semillas de diversos
colores, formas y tamaños. Entre los más comunes están
los llamados frijoles bayos o flor de mayo, negros, pintos, amarillos,
manchados, moros y blancos; pero en general los más utilizados
son los bayos y los negros.
El
fríjol es un alimento muy importante en la cocina mexicana
actual. Dependiendo de la preparación, puede emplearse como
guarnición de un guiso o un plato de carne asada, tomarse
como sopa o incluso servir de plato fuerte. Pero tal vez su uso
más generalizado sea como acompañante de otro platillo.
Existen
diversas preparaciones, todas ellas muy famosas: frijoles cocidos,
hervidos, caldosos, fritos y refritos, chinos, guisados, colados,
borrachos, con puerco, con chipilín, puercos, charros, maneados,
etc. Todo eso, sin mencionar el sinnúmero de platillos preparados
que incluyen frijol como ingrediente secundario; y para muestra
tenemos una gran cantidad de antojitos como los tlacoyos, gorditas,
sopes, enfrijoladas, tostadas, tortas, tamales, entre otros, el
fríjol es esencial. También se prepara finalmente,
el dulce de fríjol.
Guanabana
Nombre
científico: Annona muricata (Anonáceas)
Características:
Fruta tropical de forma ovoide o acorazonada, con piel color verde
y espinas grandes, muy burdas y gruesas, pero inofensivas. Generalmente
mide de 20 a 25 cm de largo y posee un aroma exquisito. La pulpa
es blanca, carnosa, fibrosa, jugosa y de sabor agridulce, con muchas
semillas negras lustrosas. Invariablemente debe consumirse madura.
Al
igual que la chirimoya y la annona, se trata de un fruto delicado
que debe transportarse con cuidado, pues se estropea fácilmente.
Abunda de octubre a diciembre, aunque puede encontrarse en los mercados
casi todo el año. En la actualidad se cultiva en todo el
sur y sureste de México, además del estado de Jalisco.
La guanábana es originaria de México y América
tropical.
En
la época prehispánica era conocida como ilamatzápotl,
del náhuatl ilámatl, anciana, y tzápotl, zapote,
y se sabía emparentada con las frutas que hoy conocemos como
annonáces.
La
palabra guanábana proviene de la lengua taína de Haití,
wanabán. El nombre náhuatl se perdió cuando
la fruta fue rebautizada por los españoles, quienes ya la
habían conocido en las islas del Caribe antes de llegar al
territorio mexicano. En casi toda la república es muy gustada
como fruta fresca, especialmente en las regiones cálidas;
con su pulpa se preparan aguas frescas, nieves, raspados, licuados
e incluso gelatinas. También se pueden hacer mermeladas o
ates.
Jitomate
Nombre
científico: Lycopersicon esculentum (Solanáceas)
Características:
Fruto globoso de forma esférica u ovoide, color verde cuando
está fresco y rojo cuando madura. Su pulpa es jugosa y con
numerosas semillas, tiene sabor ácido y algo dulzón.
Muy cultivado y difundido por toda Mesoamérica antes de la
llegada de los españoles, quienes lo introdujeron con gran
éxito en la Europa del siglo XVI. Su nombre proviene del
náhuatl xitómatl, de xictli, ombligo
y tómatl, tomate, es decir, tomate con ombligo.
Este nombre lo recibía por la cicatriz que deja el pedúnculo
al momento de desprenderse de la planta.
También se conoce como tomate rojo, y en los estados del
Golfo y el Sureste lo llaman tomate; por eso hay que tener cuidado
de no confundirlo con el llamado tomate verde o tomate de cáscara.
En los mercados se conocen primordialmente dos variedades: el llamado
jitomate bola, que como su nombre lo indica, es redondo, y el jitomate
guajillo, de forma alargada, algo ovalada, de menor tamaña
que el anterior. Dependiendo de la región del país
se prefiere uno otro, y es motivo de verdadera controversia entre
los cocineros, decir cuál tiene mejor sabor.
La utilización del jitomate en la cocina mexicana es infinita:
con él se hacen todo tipo de salsas rojas, caldillos guisados
y moles, y se come por igual crudo o en rebanadas, que asado o cocido.
Sin duda alguna es uno de los pilares de nuestra maravillosa cocina.
Maguey
Nombre
científico: Agave (Agaváceas)
Características: De las múltiples plantas de México
que benefician al ser humano, el maguey ha sido una de las más
aprovechadas, tanto por los antiguos mesoamericanos como por las
actuales habitantes del altiplano central. Pocos son los vegetales
que proporcionan al hombre casa, vestido, sustento y salud, además
de ser un medio de conocimientos (papel). Por estas razones el maguey
ha sido calificado como excepcional.
Diversos estudiosos coinciden en afirmar que México es el
centro y origen de dispersión del maguey, ya que en este
inmenso territorio (se localiza desde los 6 hasta los 40 grados
de latitud norte) existen en estado silvestre agaves de formas menos
evolucionadas, así como el mayor número de variedades.
Su presencia en países asiáticos y del Mediterráneo
se debe a que el hombre lo llevó a esos lugares para su explotación.
EI agave vive en un medio semidesértico, con escasas lluvias.
Llega a su madurez entre los ocho y los doce años y florece
sólo una vez, muriendo al poco tiempo. En sus anchas, espinosas
y protegidas hojas, llamadas pencas, se almacenan las sustancias
nutritivas que le permiten sobrevivir en un medio hostil, así
como a una serie de insectos, entre los que se encuentran el gusano
“magueyero" y la hormiga aguamielera, ambos alimentos
del hombre.
EI género agave comprende dos subgéneros: el Littaea
y el Agave. EI primero de forma espigada, con alto contenido de
saponina, se destina a ornato y contiene esmilagenína, materia
prima indispensable para elaborar esteroides. Las especies que componen
el subgénero Agave se explotan para producir bebidas fermentadas
-el pulque- y destiladas -el tequila o los mezcales-, o bien para
extraer fibras, forrajes y alimentos. Es el caso del Agave fourcroydes
o henequén y el Agave sisal, cultivados en la zona costera
del golfo de México y la península de Yucatán.
Otros productores de fibras son el Agave lechuguilla, aprovechado
en el Valle del Mezquital, y el Agave peacockii, cuyo hábitat
es el Valle de Tehuacán.
Entre los agaves que producen bebidas alcohólicas, además
deI A. tequilana y el A. angustífolía, tenemos el
A. atrovírens Kawr, A. lehmannii, A. cochlearís y
A. lattísíma Jacobí, de donde se saca el aguamiel,
ingrediente fundamental en la elaboración del pulque.
Las evidencias arqueológicas indican que hace más
de 10 000 años los grupos nómadas y seminómadas
utilizaban distintos tipos de agaves para la extracción de
fibras y como alimento.
Hacia el año 200 a.C. el maguey se cultivaba en Tula, Tulancingo
y Teotihuacan, donde se han encontrado raspadores de obsidiana.
Maíz
Nombre
científico: Zea mays (Gramíneas)
Características: El maíz es una planta muy evolucionada
productora de una mazorca perfecta, sin paralelo en otro vegetal,
cuyo origen ha recibido mucha atención en los últimos
cien años y ha dado lugar a debates entre los científicos.
En algunas ocasiones la pasión ha sido tanta que las evidencias
obtenidas sobre su origen no sólo provocan rechazo en los
investigadores de algún país, sino que han sido considerados
agravios u ofensa para el honor nacional. El maíz ha sido
alimento, moneda y religión para el pueblo de México
y, sin embargo, la memoria histórica del origen del maíz
parece haber desaparecido para algunos mexicanos, inclusive hay
quienes tienen la idea de que el maíz proviene de Asia. La
carencia de información y análisis en este tema nos
animó a escribir estas notas sobre las evidencias del origen
del maíz. Estas evidencias reflejan la voz del maíz
que ha sido escuchada por una clase muy especial de científicos:
arqueólogos, antropólogos, botánicos y lingüistas,
quienes han desgranado una a una dicha pruebas y han descifrado
el lenguaje del maíz.
El maíz es la planta más domesticada y evolucionada
del reino vegetal. Se dice que tal vez ocupa una posición
equiparable a la que tiene el hombre en el reino animal. El origen
del maíz ha sido un misterio porque ha llegado a nosotros
altamente evolucionado, sin conocerse formas intermedias. A pesar
de extensivas búsquedas de las formas silvestres de esta
planta, no han sido encontradas. Mientras que los cereales del Viejo
Mundo tienen variedades silvestres que se preservan en la naturaleza,
el maíz es conocido solamente por la especie cultivada (Zea
mays); el ancestro silvestre, el teocintle, es también
su más cercano pariente.
Todas las plantas se reproducen solas en la naturaleza, pero el
maíz está tan altamente domesticado que necesita la
intervención del hombre para su sobrevivencia. La ausencia
del maíz en estado silvestre se explica por esta incapacidad
de la planta para reproducirse en forma natural. La mazorca, que
concentra ordenadamente las semillas y las protege con una cobertura
para beneficio de los hombres, impide que el maíz pueda dispersar
naturalmente sus semillas para preservarse; son cientos de semillas
tan apretadas que si germinaran al mismo tiempo competirían
entre sí hasta aniquilarse. Sin el trabajo humano, que separa
y dispersa las semillas, el maíz desaparecería en
corto tiempo.
La domesticación de las plantas y la invención de
la agricultura fueron la base del surgimiento y desarrollo de las
grandes civilizaciones, un evento excepcional que ocurrió
hace alrededor de 10,000 años en muy pocos lugares. Según
Vavilov (1951), pueden reconocerse ocho centros primarios de domesticación
de las plantas y dos de ellos se localizaron en el hemisferio occidental,
específicamente en México y el Perú. A partir
de esos centros se extendió la agricultura, ya fuera por
imitación o conquista.
La utilización de este cereal en la cocina mexicana es infinita,
pues se trata en realidad de uno de los pilares de las culturas
que habitaron nuestro territorio antes de la conquista, y también
de la alimentación de los mexicanos de hoy. Se emplea para
hacer tortillas, tamales, sopes, huaraches, memelas, peneques, picadas,
salbutes, panuchos, molotes, quesadillas, tostadas, tacos, tlacoyos
o cualquier clase de antojitos similares. También se hacen
con la masa bolitas que se añaden a sopas, caldos de frijol
y guisos diversos, como el mole de olla y el mole amarillo de Oaxaca.
Antes de ello, sin embargo, el maíz debe pasar por el proceso
de nixtamalización (esencial para que el maíz sea
más nutritivo para el consumo humano, y por ello, esencial
para el desarrollo a largo plazo de nuestras civilizaciones) y luego
hacerse harina o masa.
El maíz cocido entero, por su parte se emplea en el pozole
o en los menudos; los granos cocidos y molidos se usan en bebidas
como el pozol, tejate y atole. Los granos tostados y molidos se
convierten en pinole, y fermentados se emplean para hacer bebidas
alcohólicas como el tesgüino. También se obtienen
otros productos del maíz como aceite y fécula.
Nopal
Nombre científico:
Opuntia ssp. y Nopalea ssp (cactáceas)
Características: Nombre que se emplea para designar diversas
plantas de los géneros Opuntia y Nopalea. Se trata de cactáceas
con tallos o pencas tiernas, de forma ovalada, carnosa, aplanada,
delgada, con espinas y un líquido mucilaginoso que se conoce
como baba. La fruta que produce es la tuna.
Los nopales son originarios del continente Americano; hoy en día,
además de las variedades silvestres, existen otras cultivadas
y hibridas. Fue un alimento importante para diversas culturas mesoamericanas,
y asimismo una planta sagrada que aparece en la leyenda de la fundación
de México Tenochtitlán; en ella se posó el
águila que devoraba a la serpiente, signo que los aztecas
buscaban para fundar su ciudad. Hoy la imagen es parte del escudo
nacional.
El extenso cultivo del nopal en todas las regiones del país
ha derivado en una extraordinaria variedad de empleos de la planta;
ser un componente esencial en la dieta mexicana es, por supuesto,
el de mayor importancia: se han registrado más de 240 platillos
y productos derivados, por ejemplo: Mole de nopalitos, pizza de
nopal, nopales en salsa de queso, espagueti con nopalitos o en su
crema, frijoles puercos con nopal, gelatina, mermelada, ate y pastel
de nopal, tamales de nopales con sesos, xoconostles en almíbar,
galletas de nopal con canela, nopales rellenos de frijoles, ensalada
de nopales, nopales rellenos, entre muchos otros.
La lista de los productos mexicanos sigue y sigue, es inmensa, sin
embargo, los aquí mencionados cuentan con una relevancia
sumamente significativa, tan importantes para los mexicanos desde
siempre, y para muchas otras culturas desde hace algunos siglos.
Mucho se ha hablado de la importancia de unos y la necesidad de
otros, sin embargo, lo cierto es que todos y cada uno de ellos ha
jugado un papel clave a través de la historia en el desarrollo
de lo que hoy conocemos como Cocina Mexicana, que posee una riqueza
tan basta para ser considerada como una de las mejores del mundo.
La infinidad de ingredientes únicos con que contamos coloca
a nuestra cocina en un lugar irremplazable, sin olvidar, claro,
las aportaciones que ha hecho a la gastronomía mundial tanto
en platillos, algunos de ellos tan exóticos como deliciosos
y otros tan comunes como necesarios, como en los más inimaginables
productos. Hoy por hoy resulta difícil imaginarse al mundo
sin maíz, o por lo menos a México, o al mundo sin
chocolate, o sin productos tan elementales como el nopal, que aunque
posiblemente para muchos de nosotros, no tiene nada de extraordinario,
estoy segura de no equivocarme al asegurar que la gran mayoría
de turistas extranjeros que nos visitan no dejan de asombrarse al
conocer las muy variadas formas en que aquí se consume esta
cactácea, y que por ejemplo el aguacate es sumamente apreciado
en países como Japón y Estados Unidos, por mencionar
algunos ejemplos.
El tema que aquí tratamos, es por demás extenso, y
me temo que el espacio resultaría insuficiente, sin embargo,
yo los invito a profundizar, y conocer no sólo cuales son
los productos orgullosamente originarios de México, sino
a internarse por completo en el mundo de la gastronomía nacional
ya que mientras mejor la conozcamos, la daremos mejor a conocer
y más posibilidades tendremos de iniciarnos en cocinas extranjeras,
promoviendo a la vez la difusión y conservación de
nuestra gastronomía que es inmensamente rica e inigualablemente
hermosa.
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