Antecedentes Históricos

Antecedentes

El Plan Rector de Desarrollo Institucional 2001-2005 establece, entre una de s metas, el contar con planes de estudio actualizados, flexibles y operando bajo el sistema de créditos, para las carreras de nuestra Universidad. Esta meta, como las demás marcadas en el Plan, corresponde a la necesidad de adaptar nuestra Universidad a los nuevos tiempos de globalización, dentro de una visión humanista y científica del quehacer universitario, y dar respuestas a las exigencias de una sociedad cada vez más demandantes de universidades públicas comprometidas y de calidad.

Como respuesta a este imperativo se puso en marcha el Programa Institucional de Innovación Curricular (PIIC) y, dentro de éste, la Facultad de Ciencias se dio a la tarea de rediseñar las currícula de sus tres licenciaturas: Biología, Física y Matemáticas, involucrando en este proceso a la mayoría de los académicos del organismo, y de acuerdo a los principios de equidad, pertinencia y calidad plasmados en el Plan Rector. Para coordinar los trabajos de rediseño, se nombraron tres comités curriculares –uno por cada licenciatura—y uno interdisciplinario.

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Crónica

Desde la antigüedad hasta nuestros días el desarrollo técnico y científico siempre ha estado vinculado al avance de la matemática. El término matemáticas se emplea para la disciplina que, mediante el razonamiento deductivo, estudia las propiedades de los entes abstractos (números, figuras geométricas, etc.), así como las relaciones que se establecen entre ellos. Durante mucho tiempo, se consideró que matemáticas constituía a la ciencia de las cantidades. Se distinguía en ella la aritmética, la geometría y la mecánica, y más tarde, la física matemática y el cálculo de probabilidades. A partir del siglo XVII estas diversas ramas tuvieron un vínculo común, el álgebra, que podía definirse como el cálculo de las operaciones. Hasta el siglo XVIII, las matemáticas se dividieron en matemáticas puras, que sólo recurrían al razonamiento, y matemáticas mixtas, que utilizaban tanto el razonamiento como la experimentación. Hacia 1800, en lugar de matemáticas mixtas, se prefirió hablar de matemáticas aplicadas.

En nuestro país han existido y existen matemáticos y científicos que por su labor e investigación han brillado en la constelación de la Ciencia Universal, baste citar dos luminarias que resplandecieron en su época: Sotero Prieto y José Adem. De hecho, el primero en señalar que había que impulsar el desarrollo de las matemáticas en México, en el siglo pasado, fue el maestro Sotero Prieto. El Instituto Científico y Literario de Toluca (ICLT), origen de nuestra Universidad, contó con la colaboración de este emblemático personaje que simboliza la dedicación y entereza que esperamos en nuestros jóvenes estudiantes de matemáticas en todo el país, pues el premio nacional más importante destinado a este sector de la comunidad matemática mexicana lleva su nombre. Don Sotero Prieto fue invitado al ICLT para aplicar los exámenes a los candidatos de maestros de matemáticas. Digamos que la presencia de don Sotero en Toluca dejó tal huella que, quizá en un gesto de reconocimiento a su colaboración, en 1991 el Instituto Mexiquense de Cultura publicó el libro “Historia de las Matemáticas”, notas del curso que don Sotero dictara a sus alumnos en la Escuela Nacional de Ingenieros y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México a principios de la década del treinta del siglo XX. En el año de 1932 reunió a un grupo de sus discípulos y formó la Sección de Matemáticas de la Academia Nacional de Ciencias "Antonio Alzate". Este grupo fue la semilla de la Sociedad Matemática Mexicana que se fundó el 30 de junio de 1943.

La primera Licenciatura en Matemáticas en México se fundó en 1939 en la UNAM, mientras que la primera Licenciatura en Matemáticas de carácter interdisciplinario (física y matemáticas), se fundó en 1961 en el IPN. El estudio de las matemáticas ha extendido enormemente sus fronteras de acción y de influencia. En todos los sectores de la actividad social y productiva, en los negocios, en la industria y el gobierno, se aplica y se requiere cada vez más la potencia de sus métodos de razonamiento lógico y abstracto, sus técnicas de modelación, de análisis y solución de problemas, su capacidad para el manejo eficiente de la información numérica y para el cálculo preciso y oportuno. Las áreas de mayor desarrollo en México son el álgebra y la topología, en parte gracias a la valiosa participación de Solomon Lefschetz en el Instituto de Matemáticas de la UNAM, hacia los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado. Sin embargo, últimamente, ha crecido el interés por las matemáticas combinatoriales o discretas y las llamadas matemáticas aplicadas, como se refleja en el surgimiento de varias licenciaturas enfocadas hacia estas áreas. Baste un ejemplo para ver por qué: en los años recientes, la influencia del factor financiero se ha visto incrementada por la ampliación de los mercados y la introducción de nuevos y cada vez más sofisticados instrumentos financieros. En este contexto se vuelve indispensable la sistematización de los métodos de análisis de dichos instrumentos y mercados, muy en especial las técnicas matemáticas modernas. El reconocimiento del papel fundamental de la matemática en la teoría financiera ha culminado en el otorgamiento de dos premios Nóbel de Economía (1990 y 1997) a teóricos con un enfoque predominantemente matemático. La primera Licenciatura en Matemáticas Aplicadas en México se inició en 1974 en el ITAM. En comparación con la actuaría y la ingeniería, la Licenciatura en Matemáticas aplicadas ofrece una formación matemática más profunda y extensa, y por tanto, un perfil científico más sólido.

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